Quizás muchos padres se han hecho esta pregunta ante una situación en la que nos supera la conducta del niño, ya sea por rabietas o por impulsividad, por miedos, porque nos preocupa alguna alteración del sueño o nos preocupa su evolución en la escuela.
Estos serían los motivos mas comunes aunque la lista es larga. Además cuando hablamos del niño, estamos englobando varias etapas que suponen una diferencia en su desarrollo evolutivo, intelectual y social.
Entonces ¿Qué pasará en la consulta?
Lo primero es establecer una relación de ayuda y asesoramiento con el niño y sus padres. No se trata de centrarnos en el problema, objeto de consulta sino de conocer las causas y el entorno en el que se desarrolla. Conocer la etapa evolutiva de cada niño es importante y nos ayuda a establecer unas guías adaptadas a cada circunstancia y cada entorno.
Lo segundo es facilitar al niño cómo conocerse mejor, a saber gestionar sus emociones a canalizarlas y expresarlas de forma adaptativa. muchas de las conductas que se arraigan en los jóvenes tuvieron su origen en etapas anteriores.
Lo tercero es preparar un espacio de encuentro seguro sin prejuicios donde padres e hijos pueden aprender a utilizar estrategias de comunicación eficaces, solucionar conflictos y estrechar vínculos en una relación de confianza mutua.
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