Hormonas y emociones

La química de las emociones: hormonas y neurotransmisores

Diferencia entre hormonas y neurotransmisores

Cerebro y corazón. Hormonas de la conducta
Neurotransmisores y hormonas: la química de las emociones

Diferencia entre hormonas y neurotransmisores

Las hormonas son sustancias químicas producidas por las glándulas endocrinas que se liberan al torrente sanguíneo para actuar en órganos y tejidos distantes, mientras que los neurotransmisores son sustancias químicas producidas por las neuronas que se liberan en la hendidura sináptica para transmitir señales de una neurona a otra.

Los neurotransmisores

Los neurotransmisores, por tanto, se liberan en la sinapsis, que es el espacio entre dos neuronas, cuando una célula nerviosa recibe una señal eléctrica que se propaga por su axón. Una vez liberados, los neurotransmisores se unen a los receptores específicos en la membrana de la célula nerviosa receptora, generando una respuesta en esta célula.

La función de los neurotransmisores es crucial en el procesamiento de la información en el sistema nervioso. Los neurotransmisores pueden influir en una amplia variedad de procesos fisiológicos y psicológicos, incluyendo el estado de ánimo, la cognición, la memoria, el movimiento, la percepción sensorial y la regulación del sistema nervioso autónomo, entre otros. Existen varios tipos de neurotransmisores, como la dopamina, la serotonina, la noradrenalina, la acetilcolina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA), cada uno de los cuales tiene funciones específicas en el cerebro y en el sistema nervioso en general. Los desequilibrios en los niveles de neurotransmisores se han relacionado con varias enfermedades neurológicas y psiquiátricas, como la depresión, la esquizofrenia, el trastorno bipolar y la enfermedad de Parkinson.

Las hormonas

Las hormonas son sustancias químicas que segregan las glándulas endocrinas y son liberadas en el torrente sanguíneo para actuar en células específicas en todo el cuerpo, mientras que los neurotransmisores son sustancias químicas producidas por las neuronas y liberadas en las sinapsis para transmitir señales a otras neuronas o células efectoras.

¿Cómo influyen en nuestra conducta estas sustancias químicas?

A continuación, se presentan algunos ejemplos de hormonas y neurotransmisores y su relación con la conducta:

Dopamina: Es un neurotransmisor que se asocia con el placer, la recompensa y la motivación. De ahí, que coloquialmente se diga “está dopado”. También está involucrada en la regulación del movimiento y la atención. Una falta de dopamina puede contribuir a la depresión y otros trastornos del estado de ánimo.

Serotonina: Es un neurotransmisor que se asocia con la regulación del estado de ánimo, el sueño y el apetito. Una falta de serotonina puede contribuir a la depresión y otros trastornos del estado de ánimo.

Oxitocina: Es una hormona que se asocia con la vinculación social y la confianza. También puede contribuir a la regulación del estado de ánimo y la ansiedad.

Adrenalina: o Epinefrina es una hormona producida en respuesta a situaciones de estrés agudo, como el miedo o la excitación, y se libera en la sangre para aumentar la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la respiración, lo que permite al cuerpo reaccionar rápidamente ante una situación de peligro. Además, también causa una liberación de glucosa en la sangre para proporcionar energía rápida al cuerpo.

Las endorfinas

Además, hay otras sustancias químicas que también intervienen en la conducta humana, regulando y equilibrando respuestas psicofisiológicas, como es el caso de las endorfinas. Actúan como analgésicos y sedantes naturales y se liberan en respuesta al estrés, el dolor y el ejercicio físico intenso. Las endorfinas se unen a los receptores opioides en el cerebro y en otras partes del cuerpo para aliviar el dolor y producir una sensación de euforia y bienestar. Esto se debe a que las endorfinas pueden bloquear la transmisión de señales de dolor en el cerebro y reducir la percepción del dolor. Además de aliviar el dolor, las endorfinas también pueden mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y mejorar la función inmunológica. Se ha demostrado que el ejercicio físico, el sexo y ciertas actividades placenteras también pueden aumentar los niveles de endorfinas en el cuerpo.

Las hormonas sexuales.  Testosterona y Estrógenos

La testosterona es una hormona esteroide sexual masculina que también se produce en menor cantidad en el cuerpo de las mujeres. Se produce principalmente en los testículos en los hombres y en los ovarios en las mujeres, aunque también se produce en las glándulas suprarrenales.

La testosterona es importante para el desarrollo de características sexuales masculinas, como el crecimiento del vello facial y corporal, la profundización de la voz y el desarrollo de los músculos. También tiene un papel importante en el mantenimiento de la masa muscular y ósea, la producción de esperma y el impulso sexual.

En las mujeres, la testosterona tiene un papel en la función sexual y la salud ósea, aunque en cantidades mucho más bajas que en los hombres. Los niveles de testosterona pueden ser afectados por factores como la edad, la dieta, el ejercicio, el sueño y el estrés. Los niveles bajos de testosterona pueden causar problemas de salud como la disfunción eréctil en los hombres y la pérdida de densidad ósea en las mujeres.

Los estrógenos son hormonas sexuales femeninas producidas principalmente por los ovarios, aunque también se sintetizan en pequeñas cantidades por las glándulas suprarrenales y los testículos. Los estrógenos tienen una variedad de funciones importantes en el cuerpo femenino, incluyendo la regulación del ciclo menstrual, el desarrollo de las características sexuales secundarias femeninas y la protección del hueso.

Además, los estrógenos también pueden afectar otros sistemas del cuerpo, como el sistema nervioso central, el sistema cardiovascular y el sistema inmunológico. Los niveles de estrógeno fluctúan durante el ciclo menstrual de una mujer y disminuyen después de la menopausia.

La terapia de reemplazo hormonal (TRH) con estrógenos se utiliza comúnmente para tratar los síntomas de la menopausia, como los sofocos, la sequedad vaginal y la pérdida ósea. Sin embargo, la TRH también se ha relacionado con un mayor riesgo de ciertos cánceres, coágulos sanguíneos y enfermedades cardiovasculares, por lo que su uso debe ser cuidadosamente considerado y discutido con un médico.

La conducta humana es el resultado de una interacción compleja entre muchos factores, incluyendo las hormonas y neurotransmisores. Además, la función de estas sustancias será distinta según la experiencia vital y la situación.

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