Niñas y niños con altas capacidades

¿Qué hace diferente a los niños y niñas con altas capacidades o sobredotación intelectual?

Altas capacidades, sobredotación intelectual, niños o niñas superdotados, son sinónimos que a veces la sociedad tiene una idea no muy ajustada a la realidad de estos niños y de cómo lo viven sus familias.

En realidad, cada niño es tan diferente como cualquier otro que no tenga altas capacidades, pues la variabilidad entre ellos es tanta como la que existe en los niños en general. Aunque es cierto que si hay algo que caracteriza a los niños con sobredotación intelectual es su excelente resultado en los test de inteligencia y su gran capacidad para el aprendizaje de nuevos conceptos. También es cierto que las tareas que realizan suelen hacerla de forma más rápida y en mayor extensión y profundidad si se les pide o dicha tarea es motivadora para ellos.

¿Cómo saber si mi hijo o hija es superdotado?

Aunque tradicionalmente se le solía atribuir con el resultado de un test de inteligencia, debemos ser más rigurosos a la hora de su diagnóstico. Por ello, nos basamos en los recursos psicométricos, en la observación de la conducta (lenguaje que utilizan, la calidad de las preguntas que realizan, la forma de comunicar, el diseño de estrategias, la persistencia y la constancia en el trabajo; en tercer lugar, nos basamos en el rendimiento del alumno, donde destacan por mayor capacidad para aprender y para planificar y realizar aquello que han aprendido (hacen más cosas que los demás y terminan lo que han empezado).

Si nos detenemos en los recursos psicométricos, las escalas Wechsler adaptadas a las diferentes etapas evolutivas nos proporcionan un primer dato objetivo.

Dichas escalas adaptadas para la valoración de la inteligencia en diferentes rangos de edad serían las siguientes: Aunque existe una versión para adultos, la escala WAIS, que abarca el rango de edad a partir de los 16 años, en niños hay dos escalas:

Escala Wechsler de inteligencia para niños (WISC), se puede administrar entre los 6 y los 16 años.

Escala Wechsler de inteligencia para preescolar (WPPSI), se puede administrar entre los 0 y los 6 años.

¿Qué nos aportan estas escalas o test de inteligencia?

El resultado de estos test nos da un número, que es, tras la estandarización necesaria, una puntuación de la inteligencia o CI. De modo que la media se sitúa en 100 y cada desviación típica es de 15, de modo que un test con un resultado de 115 sería una desviación por encima de la media, lo que traducido a porcentajes en la población de estudio sería que un 68% se sitúa entre puntuaciones de 85 y 115 y en torno a un 15% de la población obtiene una puntuación por encima de 115 o por debajo de 85.

Si avanzamos a dos desviaciones típicas, 70-130 de CI estamos ante el 5% restante, 2,5% por arriba y 2,5% por debajo, es decir, Un resultado de 130 o más significa un nivel de sobredotación ya que sitúa al sujeto en esa cola de la curva normal donde se encuentra solo un 2,5% de la población, del mismo modo que en el otro extremo estarían aquellas puntuaciones de 70 o inferiores.

De ahí que se considere como punto de partida un CI superior a 130 para incluir a un alumno en altas capacidades, aunque no debe ser el único criterio, como decíamos antes.

Otros aspectos a tener en cuenta

Estos niños tienen unas necesidades que podemos clasificar teóricamente en tres dimensiones.

Psicológica. Necesitan refuerzo en un entorno académico intelectualmente estimulante y dinámico, con cierta flexibilidad de horarios y actividades, así como cierta proactividad en su planificación.

Social. La aceptación por los iguales, los profesores y otros referentes significativos. Aceptación en su capacidad para la creatividad, la producción de ideas, su nivel de ejecución de las tareas o su rendimiento académico en general.

Intelectual. La adaptación a su ritmo de aprendizaje, disponer de recursos adicionales y motivación en aquellas áreas de mayor rendimiento para ellos.

Bien, mi hijo tiene altas capacidades, ¿ahora qué?

En la escuela se ha de proporcionar un ambiente de aprendizaje que ofrezca las oportunidades necesarias para que cada uno (no sólo los que tienen sobredotación intelectual) pueda desarrollar al máximo sus capacidades. Para ello hemos de adaptar el currículum teniendo en cuenta sus intereses, su estilo de aprendizaje y sus capacidades.

Estas son las distintas opciones educativas en altas capacidades:

La aceleración:

Se trata de adelantar el curso para ubicarlos en el contexto educativo que mejor se corresponde con su nivel de conocimientos. Esta medida se haría una vez alcanzados los objetivos del curso que se adelanta. Debiendo tenerse en cuenta las diferentes dimensiones de su desarrollo personal.

El agrupamiento:

Esta medida facilita la atención, por parte del profesorado especializado, mediante la formación de grupos en diferentes momentos del horario lectivo, aunque existe el hándicap de actividades segregadas en tales grupos.

El enriquecimiento:

Es una adaptación curricular, dentro del aula habitual donde se les prestaría la atención educativa que necesitan adaptando contenidos con actividades enriquecedoras que satisfagan sus necesidades.

Y los padres y madres, ¿qué podemos hacer?

Recordamos que no se trata solo de haber obtenido una alta puntuación en un test, sino que responde a criterios más amplios. Dicho esto, es necesaria orientación y ayuda para poder comprender a su hijo o hija y favorecer al máximo su desarrollo personal. No esperar que destaquen en todo, estimularlos sus capacidades, paciencia ante su insaciable curiosidad y reforzar sus logros y dedicación a la tarea.

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