Solo tenías que ser feliz

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En busca de la felicidad

La felicidad para los estoicos se alcanzaba bajando las expectativas, para muchos de nosotros, alcanzando los sueños, los éxitos, ya sea en el ámbito laboral, el reconocimiento social o la satisfacción personal. En resumen, la felicidad podría medirse como el resultado de dividir las expectativas y los resultados. Felicidad=expectativas/resultados

Suelta lastre, no te culpes, sé feliz.

Imagina que tienes un buen trabajo, con un sueldo, que te permite ir pagando tu hipoteca y las mensualidades del coche, el colegio o la universidad de tus hijos e incluso te queda dinero para irte de vacaciones todos los veranos a tu apartamento de la playa. Ese sería el sueño de muchos de quienes estén leyendo este libro ahora mismo. Pensarás, ¡pues claro! ¿Qué si no? Entonces imagina ahora que la empresa te despide, que el banco donde tienes la hipoteca deja de mirarte como el cliente que fuiste y ahora te cierra las puertas, te amenaza con llevarte a juicio, embargarte la casa, no, no te desanimes, no tiene por qué pasarte, pero te has dado cuenta de que al menos el banco ha enseñado sus cartas; punto para ti.



Amigos, conocidos y ocasionales

Después están los amigos ¡Ay! Los amigos esos son otro capítulo aparte. También hay que contar con tus compañeros del trabajo, la familia, tu pareja y finalmente, quedas tú, solo tú.
La culpa, la vergüenza, el “qué dirán” y otras muchas cosas que actúan como barreras en nuestra vida que nos dificultan ese camino hacia la felicidad. Confieso que no me gusta la idea de hablar sobre felicidad porque parecería un tanto pretencioso. No es lo mismo ser feliz que estar feliz. A veces nos preguntan eso de “eres feliz” y casi siempre va acompañado de un complemento, “eres feliz con tu pareja”, “eres feliz en tu trabajo” y me sale eso de responder “bueno, a ratos”. Cierto, la felicidad no es un estado sino una experiencia subjetiva.

¿Qué es la felicidad?

La felicidad como cualquier otra sensación que tenemos (libertad, seguridad, amor) tiene mucho que ver con la coherencia entre lo que sentimos y lo que expresamos. Es muy difícil pasártelo bien si te culpas por algo, da igual si es un hecho o un temor, te culpas, te lamentas y sientes esa culpa como una prisión, y eso es incompatible con estar bien. Tampoco estarás bien si no eres libre. No trates de alcanzar la felicidad si antes no has logrado tu libertad, en el más amplio sentido del término. La libertad puede ser más que una sensación, es un estado.

No trates de alcanzar la felicidad sin antes ser libre

He conocido a muchas personas que lo tienen todo, que han logrado todas sus metas y no son libres, por tanto, no son felices.  

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