Dependencia emocional: eso no es amor

Dependencia emocional ¿En qué consiste?

La dependencia emocional se suele manifestar como una adicción hacia la pareja. Es una necesidad autoimpuesta que anula la propia libertad como persona persiguiendo una especie de arco iris donde hallar el caldero de oro de una relación idealizada y siempre asimétrica. Y en esa ilusión se van quemando las necesidades emocionales no satisfechas que alimentan dicha dependencia hacia la pareja, hasta el extremo en que se prioriza la relación de pareja a toda costa por encima del yo y de las necesidades individuales. Es como si la relación fuese una venda en los ojos que tapa la realidad en la misma.

¿Cómo es una persona con dependencia emocional?

Le puede afectar a cualquiera, aunque hay un patrón de vulnerabilidad que se puede dar por criterios de personalidad o por experiencias vitales previas.

Suelen monopolizar la relación más allá de la afectiva, las amistades, el trabajo e incluso las familiares. Es una constante necesidad de atención por parte de su pareja. Cualquier cosa que sienta que lo puede apartar de su pareja lo ve como una amenaza en su relación.

Sufren mucho la idea de un rechazo por su pareja, lo que hace que busquen continuamente expresiones de afecto. Es curioso que en este sentido se llegan a dar un tipo de pensamiento transductivo[1], por ejemplo: “has llegado tarde del trabajo porque ya no me quieres”

[1] la transducción se refiere al razonamiento de casos específicos a casos generales, una forma de inducción que se suele dar en niños en las primeras etapas de su desarrollo cognitivo.

Hay un sentimiento de vacío que solo parece llenarse gracias a la relación con la pareja (Sin ti no soy nada, como diría Amaral).

Dependencia emocionalSe dan muestras de ansiedad, ira y celos que generan un rechazo en la otra persona, lo que incrementa la ansiedad, ira y celos, generando un torbellino en la pareja que acaba desatando la ruptura.

La pérdida del yo, de la identidad y una baja autoestima es otra de las características de quien es candidato/a a ser dependiente emocional. Descuidan sus hobbies, sus amistades e incluso a sus familiares.

Es como si viesen en mundo a través de la pareja, como una especie de caleidoscopio que deforma su mundo, pero al mismo tiempo los hipnotiza.

Esto lleva, como en una dependencia de un tipo de droga que haría cualquier cosa por mantener la relación, ya sea admitir sin pestañear una relación asimétrica, sumisa y controladora, lo que genera nuevamente rechazo por su pareja.

El miedo a la soledad, junto a la sensación de perder una relación idealizada (lo que pudo haber sido y no fue), refuerzan la necesidad de mantener al precio que fuese la relación de pareja.

Hipótesis sobre las causas de la dependencia emocional.

Como adelantaba al comienzo, una personalidad dependiente y unas experiencias en etapas anteriores suelen favorecer este tipo de conducta.

Por ejemplo, en la etapa infantil y preadolescente se han generado conductas de socialización donde la autonomía personal se va desarrollando junto a un sentido de pertenencia al grupo de iguales. En esta etapa, experiencias negativas, rechazo del grupo, podrían explicar una dependencia emocional en la etapa adulta.

El entorno familiar, el apego, sus disfunciones y carencias también marcan un camino hacia una personalidad vulnerable respecto a la dependencia emocional.

La interpretación del amor, de la amistad de forma distorsionada, como una transducción, entre la realidad y lo que experimenta conducen a una dependencia emocional.

Esa transducción cambia la amistad por posesión, cambia la lealtad por chantaje y el amor por obsesión.

Terapia ¿individual o de pareja?

El tratamiento debe ampliarse más allá de los síntomas, reconduciendo a quien lo sufre hacia una visión más amplia del amor, de la pareja, de las relaciones sentimentales y de su propia identidad afectiva, incluyendo la terapia de pareja en caso necesario.

[1] la transducción se refiere al razonamiento de casos específicos a casos generales, una forma de inducción que se suele dar en niños en las primeras etapas de su desarrollo cognitivo.

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