Algunos hábitos que te ayudan a convivir con la soledad
En verano, la soledad se acentúa en algunos hogares, ya sea porque sus amigos, familiares o vecinos con los que suele tener contacto se han ido de vacaciones y se quedan solos en casa, en la planta y muchas veces hasta en el edificio, también porque deciden voluntariamente no acompañar a sus familiares y prefieren quedarse en casa durante ese periodo.
Aprende cómo los cambios en tu estilo de vida, el ejercicio físico, una dieta equilibrada, el sueño, la terapia psicológica, la identificación de pensamientos negativos y los métodos de relajación pueden ayudarte si sientes que la soledad, la tristeza o el aislamiento se apoderan de ti y te paralizan.
Cambios en el estilo de vida que pueden ayudar
Mejor respira el aire de la calle
Sal de la casa, si te quedas en casa puedes sentir con más intensidad esa soledad, ese sentimiento de que “se te viene la casa encima”
Planifica una salida si es posible que te lleve a tomarle el pulso a la vida que corre fuera. Hay muchas personas que te encontrarás por la calle, en función de la hora, a la compra, de paseo, haciendo deporte, forma parte de ellos. Si puedes, trata de disfrutar de la naturaleza. Estar en contacto con la naturaleza te va a proporcionar un efecto positivo en tu soledad.
Evita aislarte, estar solo no estar aislado
Habla con amigos y familiares. El hecho de que no estén contigo no debe significar que no puedas hablar con ellos y compartir las cosas del día a día. Estar solo no es lo mismo que estar aislado. El aislamiento social puede empeorar los síntomas de la depresión. Mantén relaciones saludables con personas que te apoyen.
Adapta tu ambiente
Cambia tu ambiente. Adáptalo a tu mayor comodidad en las vacaciones. Conseguirás permanecer atentamente a las tareas y mantener tu actividad física y mental mientras las realizas. No es necesario que cambies el mobiliario, simplemente puedes reordenar aquellas cosas que tenías olvidadas o que habías pospuesto.
¡Muévete!
En la medida de tu capacidad física, haz deporte, ¡muévete! No confundas motivación con capacidad física, una cosa es que no te apetezca y otra bien distinta que no puedas. Si no puedes salir a caminar una hora, hazlo 10 minutos, pero hazlo. Rompe la inercia.
Duerme bien, come mejor
Mantén una dieta sana. Una dieta equilibrada puede ayudar a mantener un estado de ánimo estable. En esta época solemos abandonar los hábitos saludables sobre el sueño y la dieta principalmente.
Duerme lo suficiente. Debes dormir al menos 7-8 horas cada noche. Trata de establecer una rutina de sueño regular y evita tomar siestas prolongadas. Crea una atmósfera relajante. Reduce la cantidad de luz y ruido en tu habitación y evita mirar pantallas electrónicas antes de acostarte.
Cuídate de los falsos «amigos»
Evita la cafeína y el alcohol
Estas sustancias pueden interferir con tu sueño. Además, el alcohol te genera una falsa percepción, que lo que acabará haciendo es generarte una dependencia. No, el alcohol no es buen compañero de soledades.
Aprovecha para poner a punto tus pensamientos
Identificación de pensamientos negativos. Los pensamientos negativos son comunes en la depresión. Identificarlos y cambiarlos a pensamientos más positivos puede ayudar a mejorar el estado de ánimo.
Registra tus pensamientos. Mantén un diario de tus pensamientos y sentimientos diarios para identificar patrones negativos.
Desafía tus pensamientos negativos. Pregúntate si tus pensamientos son realistas y busca pruebas que los refuten. Cambia tus pensamientos por otros más realistas. Cambia los pensamientos negativos por otros más positivos, basados en hechos y demostrables.
¡Relájate!
Del mismo modo que tienes que moverte, también debes saber relajarte.
Métodos de relajación y reducción del estrés
Sí, estar solo no significa estar relajado, muchas personas perciben la soledad como una situación de estrés. Practica la meditación de atención plena para reducir el estrés y mejorar la atención, la concentración y el estado de ánimo. Disfruta de los beneficios del masaje o la acupuntura para aliviar la tensión muscular y reducir el estrés. Relájate en un baño caliente con sales de baño o aceites esenciales, para reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño.
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