Entrevista de trabajo: cómo afrontarla con éxito, aprender y superar eficazmente
Se ha hecho esta entrada con el objetivo puesto en aquellas personas que han de superar una entrevista de trabajo. Se muestran diez reglas sencillas y fáciles de recordar, a las que acompaña una frase que le da fuerza y al mismo tiempo sirve de refuerzo para recordar dicha regla.
No he querido extenderme en los consejos, ya que sería imposible llevarlos todos a la práctica y nos confundirían más aún, sobre todo si tenemos en cuenta en alto grado de estrés que tendríamos en una entrevista en la que se pone en juego nuestro futuro. Además, como decía San Agustín «Es imposible estar hablando mientras estamos pendiente de cómo lo hacemos».
Así que aplicar las reglas que mejor os vayan y os identifiquen y ¡SUERTE!
Primera regla: MOSTRAR NUESTROS PUNTOS FUERTES.
Eso sí, con naturalidad, sin pasarse, no olvidar que hay que demostrarlo en los documentos aportados y que los comprobarán. Si tienes primero de derecho, eso no le interesa a nadie, si te faltan dos asignaturas para terminar medicina ¡acábalas cuanto antes! No sería el primer currículum que he leído en el que me han aportado un certificado de buena conducta de la guardería infantil; como anécdota está muy bien, aunque le quita interés y relevancia. Debemos centrarnos en los méritos relacionados con el trabajo objeto de la entrevista.
Hablar despertando interés en nuestros interlocutores, con cierta persuasión pero sobre todo con convencimiento. Para ello es indispensable conocernos y conocer nuestros puntos fuertes. Sócrates fue orientado de la misma manera en el oráculo de Delfos con la frase «Conócete a ti mismo» así que no pierdas tiempo y conócete a ti mismo/a.
A mí no me parece el que es sabio sólo en palabras, sino el que es sabio en hechos. (San Gregorio).
Segunda regla: LENGUAJE POSITIVO.
No utilizar muletillas, palabras argot, sustituir los «peros» por un «además». Si nos piden informática e Inglés, y decimos «pero es que yo soy de letras y francés…» estamos perdidos; en cambio un «además podría incorporar conocimientos de francés…» daría un sentido totalmente distinto.
Gracias a las palabras, nos hemos podido elevar por encima de los animales; y, gracias a las palabras, a menudo nos hundimos por debajo de los demonios. (A. Huxley)
Tercera regla: NUESTRA CONFIANZA ES NUESTRA MEJOR TARJETA DE VISITA.
En los gestos, en nuestra forma de hablar. Hagámoslo con confianza en nosotros mismos: ellos también están interesados en nosotros. Atención a la mirada constante, la palabra precisa y rebuscada y a la sonrisa perfecta…. Naturalidad ante todo. Mirada 2/3 del tiempo, descansar de vez en cuando; sonrisa la que nos salga de forma espontánea; palabra la que conozcamos con certeza y defina mejor lo que queremos expresar. El mejor lenguaje es el directo, el sencillo.
Del mismo modo que no debes ser falso con los demás, sé sincero contigo mismo. (F. Bacon)
Cuarta regla: NO HABLAR MAL DE TERCEROS.
Si lo hacemos perdemos toda nuestra credibilidad. Jamás debemos criticar a un compañero de trabajo, sobre todo en una entrevista, aunque nos lo pongan a tiro, puede ser una trampa y, además, la nobleza no está nunca de más. Así que tened discreción en las situaciones delicadas.
Lo que está en nuestro poder hacer, también está en nuestro poder no hacerlo. (Aristóteles)
Quinta regla: VERSATILIDAD, FLEXIBILIDAD, ADAPTABILIDAD.
Es el sueño de todo empresario, tener empleados versátiles, flexibles y adaptables a cualquier puesto de trabajo; bien, mostrémosles esas cualidades, enseñemos nuestra actitud abierta y positiva ante nuevas situaciones. No me equivoco si aseguro que esto no debe confundirse con el peloteo, la sumisión, el gregarismo y el arrastre de barriga por el suelo del despacho, eso nos haría quedar fatal… a nadie le interesa un pelota hoy en día y si encontráis a alguien así, no os interesa a vosotros.
Me presentaré a usted según la relación que quiera establecer con usted. (L. Pirandello)
Sexta regla: CONOCER EL ENTORNO.
Esto lo hacen hasta los militares: el conocimiento del terreno, de los movimientos, de los objetivos de la empresa, lo que buscan de nosotros. No dejemos nada para la improvisación, hay que preparar la entrevista con tiempo, llegaremos con tiempo, pero no antes que los trabajadores de la limpieza. Debemos camuflarnos utilizando la ropa adecuada en función de lo que veamos allí, no llamar la atención vistiendo una ropa inusual en nosotros, no vamos de boda… pero tampoco vamos de pesca.
El hombre no es otra cosa que lo que conoce. (F. Bacon)
Séptima regla: UTILIZAR IDEAS FUERZA, PALABRAS CLAVE.
Ya sabéis: reto, experiencia, futuro, confianza, colaboración, eficacia, proyecto, garantía, responsabilidad, metas, objetivos…. palabras que deben estar integradas en vuestro pensamiento, no gastarlas y, sobre todo, que sean sinceras, que formen parte de vuestra manera de ser.
La imaginación al poder. (Pintada en París, mayo del 68.)
Octava regla: SABER ESCUCHAR.
Atender a todas las preguntas que nos hagan, escuchar activamente.
Tenemos dos orejas y una sola lengua, por tanto debemos escuchar el doble. (Epicteto)
Novena regla: CONCRETAR, RESOLVER TODOS LOS ASPECTOS.
Jamás se os ocurra responder divagando, tratar de concretar al máximo, resumir.
Mirad, os he mandado como a ovejas en medio de los lobos. Sed, pues, sabios como las serpientes e inofensivos como las palomas. (Jesús de Nazaret, el de la fe de mis mayores)
Décima regla: NATURALIDAD.
Si hacemos poses ensayadas, nos descubrirán y, a no ser que el trabajo sea en el cine o el teatro, no nos ayudará mucho. Tampoco pecar de exceso de confianza ni en nosotros mismos ni, nunca, en el entrevistador….. Recordad: La virtud está en el término medio, decía Aristóteles.
Lo que es verdadero, simple y sincero es lo más compatible con la naturaleza humana. (Cicerón)
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