Un decálogo para guiarnos en ese proceso.
1.- Demos cuerda al reloj. Para obtener el máximo provecho de cada día, debemos organizar meticulosamente nuestra agenda. También debemos asegurar que cada tarea, sin importar lo pequeña que parezca, tenga su momento asignado. Por ejemplo, la gestión del tiempo puede ser muy detallada. Puede incluir reservas de tiempo para tareas tan minuciosas como dar cuerda a un reloj. Para muchos, esto podría parecer excesivo. Sin embargo, este tipo de planificación puede ser una técnica útil. Sirve para asegurarse de que todos los aspectos de la vida cotidiana sean atendidos. A primera vista, parece que estamos hablando de una simple tarea de mantenimiento de un reloj. Sin embargo, esta práctica se convierte en una poderosa herramienta de organización personal. Nos permite enfrentar lo inesperado. También nos ayuda a manejar con gracia y flexibilidad los desafíos cotidianos. Transforma lo rutinario en una oportunidad para el cuidado personal. Promueve la autogestión eficaz. Por cierto, da igual si tu reloj es automático. Era solo una excusa.
2.- Evita la multitarea. No juegues partidas simultáneas de ajedrez. Disfruta de las tareas secuenciales: Lo primero es lo primero. Lo segundo es lo segundo. Lo tercero es lo tercero. Jugar múltiples partidas de ajedrez simultáneamente puede ser visto como un desafío. También es una muestra de habilidades excepcionales. Sin embargo, es importante considerar el propósito y las posibles consecuencias de dicho enfoque. Dedicar tiempo y esfuerzo a una sola partida permite a los jugadores absorber y reflexionar sobre cada jugada. Entienden mejor las estrategias del oponente. Disfrutan del arte del ajedrez. Al centrarse en una partida, se puede realmente apreciar la belleza del juego. Se aprecia su complejidad. Uno puede participar plenamente en el momento presente sin la distracción de otras partidas en juego.
3.- Cuente la vida por momentos de actividad y de pausas voluntarias en vez de hacerlo por horas. Así, si quiere, puede contar por horas los momentos para tomar un respiro. Hágalo para ser consciente de que el tiempo le pertenece sólo a usted. La percepción del tiempo es subjetiva y personal. Enriquecer cada minuto con significado es mucho más valioso que simplemente ver cómo pasan las horas en un reloj. Las pausas intencionales nos permiten reflexionar, planear y recargar energías para enfrentar nuestras actividades con renovada motivación y claridad mental. Considere establecer momentos del día dedicados exclusivamente a usted, espacios donde la reflexión y el ocio creativo tomen protagonismo. En estos interludios, podría meditar. También podría leer un libro o disfrutar de la naturaleza. Otra opción es ser consciente de su propia respiración y estado de ser. Al hacerlo, estará honrando su propio tiempo y su derecho a tomar control de él. Se asegurará de que no solo está viviendo. También estará disfrutando y apreciando su vida al máximo.
4.- Aprenda a decir No. Una habilidad valiosa en la comunicación personal y profesional es establecer límites claros. Es también importante establecer límites firmes. Comprender cómo y cuándo decir No es tan crucial como saber cuándo decir Sí. Este consejo no solo mantiene nuestro enfoque en nuestras verdaderas prioridades y responsabilidades. También nos protege contra el exceso de trabajo y el agotamiento. Al decir No, usted se permite la libertad de perseguir lo que realmente importa. También tiene el espacio para dedicarse plenamente a esas tareas o relaciones. Por otro lado, decir Sí a todo puede llevar a compromisos. Hay compromisos que no se alinean con sus valores o metas personales. Puede ser una respuesta automática. Surge de la necesidad de complacer a los demás. También del temor a las consecuencias de rechazar una solicitud. Sin embargo, comprometerse con lo inadecuado puede significar perder oportunidades más valiosas y gratificantes a futuro. Es esencial ejercer la práctica del discernimiento, evaluando cada petición o invitación según su significado y relevancia para su vida. En conclusión, aprender a decir No con confianza y libre de culpa es liberador. Es tan fácil como decir Sí. Sin embargo, requiere práctica y, a veces, coraje. Recuerde que cada vez que declina una oferta, está haciendo una afirmación positiva de sus valores, tiempo y recursos. Establecer estas fronteras le permite afianzar su integridad y vivir con autenticidad y propósito.
5.- Distinga y separe la realidad de lo que cree que pasa, no haga suposiciones, averigüe y actúe. Vivimos en una época donde estamos constantemente bombardeados de información. Los rumores e historias no siempre reflejan la verdad de las situaciones que enfrentamos. Es fácil quedar atrapados en redes de suposiciones. Estas conjeturas no hacen más que añadir estrés y confusión a nuestras vidas. Por ello, es esencial adoptar una postura de indagación y escepticismo sano ante lo que se nos presenta. En esta línea, necesitamos mantener nuestra salud mental y emocional. Es crucial distinguir entre la realidad y lo que creemos que sucede. La realidad puede ser distinta a nuestra percepción inicial o lo que otros desean que creamos. Por ende, es importante mantener la objetividad y no dejarse llevar por interpretaciones impulsivas o emocionales. Asimismo, dejar las intrigas y los rumores al margen de nuestra vida es una decisión sabia. Estos elementos no contribuyen a nuestro bienestar, ya que solo son una fuente de estrés. Las intrigas suelen estar basadas en intenciones ocultas. También pueden surgir del deseo de manipular circunstancias y personas para beneficio de terceros. Los rumores, por su naturaleza, rara vez contienen una versión completa o exacta de los hechos. No los admitas ni los propagues.
6.- Aprenda a ser flexible. En el mundo de hoy, la flexibilidad se ha convertido en una habilidad vital para la supervivencia y el éxito. Es una invitación potentísima a la adaptabilidad personal y al crecimiento. La rigidez en nuestras ideas puede ser una fuente importante de conflicto. La forma en que nos aferramos a ellas también puede provocar conflictos, no solo con los demás sino también internamente. Ser flexible no significa abandonar nuestras creencias. No significa cambiar constantemente de opinión sin criterio. Significa estar abierto a nuevos puntos de vista. También es aceptar que el cambio es una constante ineludible de la vida. La flexibilidad nos permite navegar mejor los desafíos, superar obstáculos y encontrar soluciones creativas a los problemas. Incorporar la flexibilidad en la vida cotidiana puede comenzar con pequeños pasos. Por ejemplo, cambiar una rutina o probar algo nuevo. También puede ser tomarse un momento para reflexionar antes de reaccionar ante una situación inesperada. A largo plazo, esta actitud abierta y adaptable reducirá conflictos. También promoverá una mayor satisfacción personal. Además, contribuirá a un estado de bienestar más duradero. Ser flexible es un signo de inteligencia.
7.- Decida cuándo debe intervenir, hablar, marcharse o esperar. Pero hágalo porque usted lo decide, no porque quiera agradar a los demás. A los demás ya les agrada o desagrada sin que tenga que hacer nada. El poder de la autonomía y la autoconfianza en uno mismo radica en tomar decisiones basadas en nuestras propias convicciones. También se apoya en nuestra comodidad. No se basa en la búsqueda de aprobación. Tampoco en la reacción de otros. La habilidad para discernir cuál es el momento adecuado para actuar es una forma de arte. El autoconocimiento y la conciencia situacional son esenciales. Por ejemplo, intervenir en una conversación puede ser oportuno cuando tenemos algo valioso que aportar. También es crucial saber cuándo escuchar y permitir que otros expresen sus puntos de vista. Hablar con asertividad es un derecho, siempre y cuando lo hagamos con respeto y sin imponer nuestra perspectiva. Del mismo modo, a veces es necesario marcharse de una situación para nuestra salud mental o física. Esto aplica si el entorno se vuelve tóxico o está fuera de nuestro control. A menudo, hay que tener paciencia para esperar el momento apropiado. Ser paciente puede ser tan importante como la acción en sí. La clave está en mantenerse fiel a uno mismo. Actúe con integridad. No se deje llevar por la necesidad de complacer a todos. Esa es una meta inalcanzable. Jesús Quintero le preguntó a Antonio Gala sobre qué le parecía un signo de inteligencia. Él respondió que era saber cuándo uno debía irse.
8.- No olvide hacerse un regalo cada día, cada vez que tenga ocasión. Los regalos no son sólo aquellos que se compran con tarjeta. Eso lo saben hasta los publicistas de la master card. Un paseo es un buen regalo. Una charla también. Una lectura, un baño, escuchar música, ordenar libros, visitar un amigo, recordar a un ser querido. Además, tomar un café tranquilamente es un regalo personal. Contemplar un atardecer también puede enriquecer el alma. Dedicar tiempo a una afición como la pintura, la escritura o incluso la jardinería es otro regalo. Disfrutar de una comida hecha en casa es uno de esos actos. Dedicar unos minutos a la meditación también lo es. Hacer algo nuevo o diferente son otras formas de regalos que nos hacemos. Verá que hay más regalos en la vida cotidiana que en el Corte Inglés en Navidad.
9.- Lleve una vida sana. Un corazón sano es el motor principal de una mente sana. Como lo es el oxígeno para nuestros pulmones, así es la salud del corazón para nuestra cognición. No se trata solamente de evitar enfermedades cardiacas. También se trata de evitar trastornos psicológicos. Se trata de establecer un equilibrio en el que el bienestar físico y mental se potencien mutuamente. Cultivar una sincronía entre el corazón y la mente se traduce en una serie de beneficios palpables. Se ha demostrado, por ejemplo, que el estrés y la ansiedad pueden tener efectos nocivos sobre el sistema cardiovascular. Del mismo modo, una afección cardíaca puede influir negativamente en nuestro estado anímico y capacidad mental.
Entonces, ¿Cómo podemos promover esta relación armónica entre cuerpo y psique? Aquí algunas sugerencias prácticas:
- Practique ejercicio regularmente: El ejercicio físico es conocido por mejorar la salud del corazón. Al mismo tiempo, libera endorfinas. Estas son sustancias químicas en el cerebro responsables por los sentimientos de felicidad y euforia.
- Alimentación equilibrada: Una dieta saludable, rica en frutas, verduras y granos enteros, puede mantener las arterias despejadas. También nutre el cerebro.
- Manejo del estrés: Las técnicas de relajación como la meditación y el yoga pueden reducir significativamente los niveles de estrés. Dedicar un tiempo para el ocio también beneficia la salud mental y cardíaca.
- Sueño reparador: La calidad del sueño tiene un impacto directo en nuestra salud física y mental. Asegurarse de dormir las horas necesarias es esencial para mantener un corazón y mente saludables.
- Relaciones sociales saludables: Mantener un buen círculo social es importante. Las relaciones significativas pueden ayudar a mejorar nuestro estado emocional. Esto, a su vez, beneficia nuestra salud cardiovascular.
Recuerde, tomar pasos conscientes para mantener una vida equilibrada mejora su salud física y mental actual. Además, pondrá las bases para un futuro más saludable y feliz. El corazón y la mente son aliados en nuestra calidad de vida; permítales trabajar juntos.
10.- Sea usted mismo, no trate de ser quien no es. Ahorrará energías para su vida. Podrá decir «no» cuando sea necesario. Disfrutará plenamente de su tiempo sin sentirse culpable. Jugará solamente las partidas que realmente le interesen. Distinguirá claramente la realidad de lo imaginario. No hará caso a rumores infundados. No entrará en intrigas que le alejen de sus verdaderos objetivos. Ser fiel a sí mismo le permitirá ser flexible y adaptable a los cambios. Siempre mantendrá un firme sentido de su identidad. En última instancia, su vida encontrará la armonía tan ansiada. Habrá construido una existencia auténtica basada en sus propios términos y valores.
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