Cómo entrenar la memoria y otras capacidades cognitivas

¿Tienes algunos de estos síntomas?

  • Pérdida de memoria a corto y largo plazo.
  • Anomia. Olvido de nombres, no asignar un nombre, aunque recordemos.
  • Afasia o pérdida de vocabulario.
  • Enlentecimiento de nuestra forma de pensar
  • Apraxia o falta de coordinación para hacer algo (vestirse, manualidades…)
  • Desorientación momentánea. (¿Dónde estoy?, ¿adónde iba?)
  • Despistes, falta de atención y concentración.

Hemos normalizado acudir al gimnasio para mejorar nuestro físico como algo que forma parte de una vida sana, junto a la dieta y el descanso. Décimo Junio Juvenal decía aquello de “Mens sana in corpore sano”. Aunque el poeta romano lo decía en el sentido de alcanzar una mente sana mediante la actividad física, le vamos a dar la vuelta para conseguir una vida sana mediante la actividad mental.

En esta propuesta planteamos aplicarlo también al entrenamiento cerebral, bien porque apostamos por mantener nuestras capacidades mentales en forma o porque hayamos detectado algún deterioro leve de nuestras capacidades (memoria, atención, praxis, lenguaje, etc.).

¿Qué es la estimulación cognitiva?

Son ejercicios programados y estructurados que hacen que mejoren nuestras capacidades cognitivas, que englobarían la memoria, la atención, la coordinación, la percepción o el lenguaje, por decir las más visibles. También se emplea la rehabilitación cognitiva, cuando ha habido un deterioro y lo que tratamos es la recuperación de esas capacidades mermadas, que suele ocurrir a consecuencia de un daño cerebral por lesión o enfermedad neurológica.

¿Es posible recuperar el cerebro?

Sí. Aunque este hecho era cuestionado en gran parte del siglo pasado y se creía que el cerebro no podía regenerarse y que las neuronas que se perdían no se recuperaban. Ahora podemos afirmar que existe un crecimiento a lo largo de toda la vida, aunque va disminuyendo, y lo que es más importante, que es posible recuperar las funciones cognitivas gracias a la neuroplasticidad, es decir, la capacidad que tiene el cerebro para recuperar y formar nuevas conexiones neuronales, para adaptarse y compensar, si es el caso, los déficits producidos a consecuencia de lesiones o enfermedades neurológicas.

¿A quién va dirigido este programa?

Cualquier persona que quiera mantener o potenciar su capacidad cognitiva puede beneficiarse de las distintas técnicas de estimulación cognitiva. Los escolares, para mejorar la forma de aprender, comprender y procesar la información en su desarrollo. Los mayores, que por su edad van a ir perdiendo capacidades, ya sea de memoria, percepción, lenguaje o atención. También las personas que sufren una enfermedad neurodegenerativa (Alzheimer, Parkinson, Demencia cortical o vascular, etc.) o algún tipo de lesión por tumor o traumática que haya mermado alguna de estas áreas.

¿Cuáles serían las capacidades cognitivas que se estimulan?

Lo enumeramos de mayor a menor frecuencia.

Memoria. Memoria de trabajo y memoria a largo plazo, junto a la mejora del aprendizaje (input de memoria a largo plazo). Por ello se trabaja tanto la entrada de memoria como la recuperación o recuerdo.

Atención. Esencial para poder ejecutar el resto de funciones cognitivas. Cuando la capacidad atencional se ve alterada, predomina la distracción, el olvido de tareas o la falta de organización. la atención es la habilidad mental para generar y mantener un estado de activación. Ese estado de activación debe permitir un correcto procesado de la información. La atención debe permitir seleccionar información entre diferentes fuentes disponibles. Estas fuentes incluyen los estímulos internos y externos, memoria, pensamientos etc.

Orientación. Consciencia de uno mismo y del contexto donde estamos, en el tiempo y en el lugar.

Percepción. La percepción nos sirve para codificar los estímulos que nos proporcionan los sentidos para darles un significado.

Comprensión. Gracias a la comprensión podemos comprender y analizar la información que nos llega a través de los sentidos.

Lenguaje. Los daños cerebrales (demencia, edad, traumatismos, enfermedades neurodegenerativas, etc.)

Razonamiento. Nos ayuda a resolver problemas, extraer conclusiones y generar un aprendizaje consciente, estableciendo relaciones causales y lógicas.

Praxias. Nos permite la realización de movimientos coordinados de forma voluntaria para poder alcanzar un objetivo.

Velocidad de procesamiento. Establece la relación entre la ejecución cognitiva y el tiempo invertido. A más velocidad de procesamiento, menor tiempo invertido.

¿Cómo nos beneficia?

Conservando y mejorando las capacidades cognitivas

Incrementando la capacidad funcional de nuestro cerebro y las tareas

Mejorando la calidad de vida

Creando un entorno favorable para mejorar las relaciones interpersonales

Evitando un aislamiento social prematuro

Aumentando la autonomía e independencia personal

Reduciendo el estrés y la ansiedad

Aumentando la autoestima

Generando sentimientos de control sobre uno mismo

Para acceder al taller con los contenidos y ejercicios

Para más información escribe un whatsapp

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