Confinados pero no vencidos

El confinamiento es la mejor vacuna de que disponemos ahora toda la sociedad para evitar el contagio por el coronavirus y superar esta crisis global cuanto antes.

Tras esta crisis la sociedad se habrá transformado, tomaremos conciencia de nuestra vulnerabilidad y también de nuestras fortalezas, seremos más solidarios, estaremos más unidos y experimentaremos un reinicio en nuestras vidas, habrá un antes y un después.

 

Confinamiento no debe significar aislamiento.

El hecho de estar encerrados en casa no nos aísla del mundo. Ahora, por prevención estamos sin poder salir para realizar actividades de ocio, aunque sí para actividades
justificadas, como adquirir productos de primera necesidad, acudir al trabajo en algunas circunstancias o ser atendidos si fuese preciso. Además, le añadimos las tecnologías de la información e Internet que nos permiten una comunicación a tiempo real como el teletrabajo, las videoconferencias, el acceso a la información y en definitiva permanecer activos socialmente mediante las redes sociales.

 

Tampoco significa que tengamos que permanecer inactivos.

Del mismo modo que preparamos un plan de tareas a los pequeños en los meses de verano, debemos establecer un programa más o menos explícito para todos los miembros de la casa con unos horarios que nos permitan seguir esa rutina diaria como guía de trabajo, organización de las actividades domésticas, tareas académicas, compromisos profesionales; todo esto continúa y la mayoría de estas tareas se pueden hacer en casa. También debe incluir el tiempo de ocio, de videojuegos o de televisión. En la medida de lo posible es recomendable disponer de un espacio privado para realizar ciertas tareas, como es el teletrabajo, las académicas o simplemente para desconectar.

 

Y lo mejor de todo, es una situación temporal. Ha tenido un comienzo y tendrá un final pasados unos días, unas semanas quizás, una vez superada la crisis. Es algo transitorio, por consiguiente, tomemos el presente y dispongamos de ese tiempo porque al anticiparnos al futuro lo único que vamos a lograr es desesperarnos contando las horas que llegan o en el mejor de los casos permanecer inactivos a expensas de todo aquello que proyectemos cuando pase la crisis.

 

Por último, hablaremos de la parte positiva de esta experiencia.

 

¿Pero es que esto tiene un lado positivo?

Esta es una situación de dificultad en la que nos hemos visto afectados de forma súbita, casi sin tiempo para adaptarnos. Esta situación excepcional en nuestras vidas, ha permitido que tomemos mayor conciencia de apego a los seres queridos, más valor a la vida y una mayor fortaleza personal ante las dificultades, no sólo por la dimensión sanitaria sino por la social y económica, que también influye en nuestras vidas. Es como una sacudida liberadora de nuestros prejuicios y valores a modo de una especie de “reseteo”, que nos pone a cero para comenzar de nuevo con más ganas.

 

Este fenómeno va más allá del concepto “Resiliencia” es lo que denominaron Richard Tedeshi y Calhoun Lawrence (Universidad Carolina del Norte) en los 90 “Crecimiento Postraumático”, porque es el resultado de una experiencia más que una capacidad; es la forma de afrontar una nueva etapa en nuestras vidas cuando todo esto haya pasado.

 

Y para favorecer este crecimiento debemos ver el confinamiento como una adversidad a superar, normalizando nuestra vida en ella. Es importante contar con nuestra red de apoyo social, tener suficiente autoconfianza y sensación de control en lo que hacemos, de hecho, quedarse en casa, lavarse las manos con frecuencia y mantener la distancia física, no es no hacer nada, es hacer y mucho.

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5 comentarios en “Confinados pero no vencidos”

  1. Sí, tienes razón, vamos a tomar más conciencia de nuestra vulnerabilidad y valoración de nuestra fortaleza. Lo que no tengo claro es que no nos vayamos a seguir comiendo unos a otros.

    1. customer_v07b878a

      Pues para el primer paso comienza por cada uno de nosotros. Confío en que no nos comeremos los unos a los otros, una mayoría social modela determinados comportamientos individuales. La empatía y la solidaridad se abren paso. Lo estamos viendo, hay algunos actos in solidarios, aunque la mayoría aplastante son los de altruismo y solidaridad.

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