La sexualidad forma parte de nuestra vida y, a veces también, los trastornos relacionados con la sexualidad. Las causas de los mismos pueden ser de diferente naturaleza. Pueden originarse en la adolescencia, por experiencias negativas o una educación sexual inadecuada. También existen otros factores relacionados con la personalidad, expectativas y experiencias en el presente. Una anticipación negativa al fracaso en las relaciones sexuales, sentimientos de culpa o vergüenza frente a las relaciones sexuales o una disminución en la atracción, son factores que pueden causar o mantener estos trastornos. Padecer un trastorno sexual influye negativamente en otras dimensiones de la vida, no solo en las propias relaciones de pareja, sino en la dimensión personal, laboral y familiar de quien lo padece.

Principales trastornos que tratamos:
La disfunción eréctil (DE) es una disfunción sexual masculina común. Ocurre cuando se tiene dificultades para lograr o mantener una erección. Esta disfunción es más común a medida que se envejece pero no es parte natural del envejecimiento. Es una situación que afecta directamente a las relaciones. Estas se vuelven frustrantes y tristes. Y al final es un círculo vicioso al que hay que poner solución cuanto antes.
La eyaculación precoz ocurre cuando un hombre eyacula antes de lo deseado, ya sea por él o por su pareja, al tener relaciones sexuales. La eyaculación precoz es un problema sexual frecuente. La prevalencia puede ser variable, aunque 1 de cada 3 hombres dice haber tenido este problema en alguna ocasión. Cuando se da de forma puntual no es motivo de alarma. Sin embargo, se debe acudir a terapia cuando siempre, o casi siempre, se produce la eyaculación en menos de un minuto después de la penetración. Cuando hay una incapacidad para retardar o controlar la eyaculación en las relaciones sexuales. Además este trastorno produce una anticipación negativa, frustración y angustia ante la idea de mantener relaciones sexuales, lo que provoca frecuentemente que se lleguen a evitar dichas relaciones. Existen, como en otros trastornos sexuales, factores psicológicos como biológicos que tienen que ver en la eyaculación precoz. Aunque a muchos hombres les da vergüenza hablar al respecto, la eyaculación precoz es una afección frecuente que puede tratarse. Los medicamentos, el asesoramiento psicológico y las técnicas sexuales que retardan la eyaculación, o una combinación de estos elementos, pueden ayudar a mejorar la vida sexual de quien lo padece y de su pareja.
La anorgasmia femenina (ya no se utiliza el término frigidez) es la dificultad regular para alcanzar el orgasmo tras la estimulación sexual. La falta de orgasmos produce angustia e interfiere en la relación de pareja. Es cierto que la experiencia de un orgasmo es algo subjetivo en cada mujer y varían en intensidad, en la frecuencia de sus orgasmos y en cantidad de estimulación necesaria para provocarlo. Muchas mujeres necesitan un cierto grado de estimulación del clítoris, ya sea de forma directa o indirecta y no alcanzan el clímax solo con la penetración.
La anorgasmia puede expresarse de diferentes formas:
- Anorgasmia primaria. En toda la historia biográfica de la mujer ha experimentado un orgasmo.
- Anorgasmia adquirida. Cuando ha tenido orgasmos, pero ahora tiene dificultad para alcanzarlos.
- Anorgasmia circunstancial. Cuando alcanza los orgasmos en ciertas circunstancias: sexo oral, masturbación, otras parejas.
- Anorgasmia generalizada. Cuando no puede tener orgasmos en ninguna situación y con ninguna pareja.
Cuando la falta de orgasmos o la intensidad de ellos produce instaisfacción se debe tratar y mejorar no solo las relaciones sexuales sino la calidad de vida de quien lo padece.
Es una auténtica fobia a la penetración. Se produce por un espasmo (contracción involuntaria) de los músculos que rodean la vagina. Los espasmos hacen que la vagina sea muy estrecha y dificulten notablemente la actividad sexual. Entre las causas más comunes están las experiencias traumáticas en las relaciones sexuales o por una respuesta ante el dolor o las expectativas del mismo.
La dispareunia es el dolor durante la penetración vaginal o ante su intento, se suele denominar coito doloroso. Relacionado con lo anterior, la dispareunia puede producirse en el momento de la penetración (superficial o introital). Cierto grado de hipertonicidad muscular en la zona pélvica, que provoca una contracción involuntaria así como con un alto grado de tensión muscular involuntario, es común en todos los tipos de dispareunia crónica.
Adicción al sexo
La adicción al sexo es un tipo de conducta sexual compulsiva, también llamada hipersexualidad o adicción sexual. Se da una idealización excesiva por fantasías, impulsos o conductas sexuales que es difícil de controlar, esto puede provocar angustia o afectar, de manera negativa en otras dimensiones de la vida de quien la padece. Las principales experiencias que abarcan la adicción al sexo suelen ser la obsesión por acumular múltiples parejas sexuales o el acceso a ellas, el cibersexo, el consumo de pornografía y, también el hecho de pagar a cambio de sexo. Estas conductas transforman la vida de quien la padece convirtiéndose en su principal objetivo en la vida, lo que provoca una dependencia, que daña la autoestima y otras dimensiones de la vida como la laboral, familiar o la propia salud física.
La falta de deseo sexual, actualmente denominada deseo sexual inhibido, es la disminución o ausencia de pensamientos y fantasías sexuales o de deseos de actividad sexual, de forma persistente o recurrente, teniendo en cuenta que existen factores, en el contexto vital del individuo, que pueden afectar al funcionamiento sexual. Se debe tratar cuando la sola idea de una relación sexual llega a causar ansiedad y se trata de evitar cualquier contacto sexual: En este extremo estamos ante una aversión sexual. Este trastorno causa un malestar significativo y dificulta las relaciones de pareja.